19 julio, 2011

If we ever meet again...

-Esta soy yo. Sí, mi nueva y verdadera yo.

Parecía que todo había cambiado, pero cada cosa seguía en su sitio. Aquella casona en la que vivía con su mejor amiga, aquel trabajo a tiempo indefinido que tan bien se le daba, su dulce soledad, sólo su aspecto era diferente... ¿Seguro?

En el momento en el que Noko tomó la decisión de volver a ser ella misma, ya nada volvería a ser como era. Pero todo lo ocurrido no tenía relación alguna con su nuevo aspecto. No, claro que no. Una serie de hechos que no hacen más que empeorar la situación de la pobre Key. O mejorarla, según cómo se mire.

Y cuando hablo de hechos, hablo de personas. Algunas se van, y otras tantas llegan. En esta ocasión, tras varios días sin saber nada de ellas, Key da por desaparecidas a su jefa y a su protegida. Tanto sacrificio por cumplir con su deber, por cumplir con su amistad para con la joven muchacha peliverde, para que ahora le dejasen tirada en la estacada. Sus razones tendrían, claro que sí. Pero, al menos, dejar una nota no hubiera estado mal...
Ahora, tendría que buscarse otra manera de ganarse la vida.

-¿Robar de nuevo? Sería una opción... Pero... ¡Con lo mal que se me da! Siempre terminan descubriéndome... Aunque eso tampoco ha sido nunca un problema, huir es mi fuerte.

Pobre... Ahora que parecía poseer una situación más o menos estable...

-Dar clases de... no. Abrir una tienda de... no, definitivamente no. ¡Aaaaah! ¿¡Cómo lo voy a hacer!?...

"No se nos permite perdurar, ni aun en aquello más íntimo."

Corazón solitario, encuentra el camino.


Mis manos recorrían cada milímetro de mi rostro, estirando la piel, arrugando mi nariz, pellizcando mis labios. La cosa había salido bien. El hecho de "hacerme emo", como ya habían bromeado algunos de mis amigos, había dado resultado. Al expulsar toda la sangre de mi cuerpo, el programa líquido que envuelve mi cerebro e impregna mi pelo de un color negro intenso, la sustituye, y yo vuelvo a ser yo. Mi pelo vuelve a ser rubio, tal y como era antes, y mis ojos se tornan ambos verdes, haciendo que me sienta más yo que nunca.

Pero no puedo dejar de observarme en el espejo. Algo no ha ido bien, no he tenido esto en cuenta. Mi... mi piel, se ha vuelto morena. ¡Como si me hubiese tostado al sol! Pues igual. ¡Esto no entraba en mis planes! Estoy rarísima... Tardaré en acostumbrarme. Pero... al fin vuelvo a ser yo.

Mi verdadera yo, la que tanto ansío volver a ser...