Y yo ahora me pregunto... ¿Qué hubiera sido de mí si nada de lo ocurrido en mi pasado hubiese tenido lugar? Mi secuestro, los cambios en mi cuerpo, mi inmortalidad repentina, el haberle conocido a él, a mi amor verdadero, y al único que siempre consideraré como tal.
Ese es uno de mis fallos. Por más que lo intento, él sigue en mi mente, atormentándome con su embaucadora sonrisa, llamándome a recordarle. Y es que eso es lo peor. A pesar de que sé que me utilizó, y que aún sé que sigue con vida, en algún lugar del mundo, deseando acabar conmigo y con mi hermanita, yo le quiero, con todo mi oscuro corazón...
Y es por eso que escribo esto en las paredes de mi habitación.
"Es una sensación extraña. Un vacío, un nada. Desde que te fuiste, no hay más. Sigo preguntándome qué hice, en qué fallé. Cada mañana nace una nueva esperanza al creer que hoy es el día. Que aparecerás por esa pequeña puerta para decirme: "Lo siento, me equivoqué. Te quiero". Me encantaría poder decirte que te echo de menos. Que nunca ha habido otro y que nunca lo habrá."
Con cada letra sangro, y con cada palabra lloro.
¿Dónde estás? Dime, ¿qué será de mi vida si no vuelves? Nadie sería capaz de sustituirte, de llenar el vacío que dejaste en mi interior. Sólo tu nombre sería capaz de darle sentido a mi vida. Solo tú, y nadie más, Zachary.
Nunca tendré tu amor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario